En la web tradicional --la web para PC-- lo que ves es lo que obtienes. Es decir, el material que los autores crean es lo que los internautas ven en sus navegadores. Los autores crean sus páginas web en HTML y dichas páginas se transmiten al PC del usuario para que los navegadores finalmente lo presenten. El aspecto visual de la página se controla mediante el uso de CSS --Cascading Style Sheets-- y la inclusión de contenido multimedia, normalmente contenido gráfico como imágenes. Con todos estos componentes, la única regla a aplicar es que lo que el autor crea es lo que los navegadores presentan al usuario. Aunque los navegadores difieren en la implementación de los distintos estándares relevantes, se podría decir que dichas diferencias a día de hoy son bien entendidas y están bajo control suponiendo para el autor simplemente una incomodidad más que un verdadero problema.
Y esto es así gracias a que los PC presentan una gran homogeneidad en cuanto a las capacidades técnicas que afectan a la experiencia de la navegación web. Sin embargo, en el caso de Internet Móvil el conjunto de dispositivos que pueden acceder a la web es infinitamente mayor y con ello la diversidad se convierte en un problema. Los dispositivos móviles no sólo son muy diferentes a los tradicionales medios de acceso a la web --PCs y portátiles-- sino que son muy diferentes entre ellos. ¡Y además hay muchísimos!
En el caso de la web móvil, la diversidad deja de ser una molestia y pasa a ser un reto considerable para los autores. Los dispositivo móviles no sólo tienen distintos factores de forma, dimensiones y capacidades técnicas --entre otras características físicas-- sino que también difieren en la implementación de los distintos estándares involucrados (markup, estilo, etc). La consecuencia es que resulta extremadamente costoso y complejo la aplicación de las técnicas tradicionales para crear contenido atractivo para todos los dispositivos, a menos que se restrinja significativamente el conjunto de dispositivos soportados.
La alternativa que se sigue en estos casos es la de crear diferentes versiones del contenido para ser accedido por diferentes familias de dispositivos, asumiendo un mínimo común denominador de características físicas por familia. Esta opción plantea dos serias dificultades. Por un lado, los autores deben desarrollar y actualizar permanentemente un conocimiento técnico elevado acerca de los terminales. Y por otro, existe la posibilidad de tener que crear una nueva versión modificada del contenido cada vez que salen nuevos dispositivos al mercado.
La adaptación de contenido a través del conocimiento dispositivo es la tercera vía que esta fomentando el W3C para hacer más efectivo y eficiente la creación de sitios web en entornos multi-dispositivo. Dicha alternativa pasa por romper totalmente el vínculo entre lo que crea el autor con lo que se envía al dispositivo. Para ello, los autores emplean un lenguaje de alto nivel independiente del dispositivo --DIAL-- que posteriormente será adaptado por entidades intermedias que se encargarán de generar la versión específica de contenido para cada dispositivo. Esta alternativa permite a los autores centrar sus esfuerzos en la creación de contenido y les libera de tener que desarrollar y mantener conocimiento sobre los dispositivos.
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Etiquetas: Tecnología
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